A este incómodo problema se le llama 𝗵𝗶𝗽𝗲𝗿𝗵𝗶𝗱𝗿𝗼𝘀𝗶𝘀 y es causado principalmente por señales nerviosas defectuosas que vuelven hiperactivas a las glándulas sudoríparas ecrinas, afectando principalmente a partes del cuerpo como las manos, pies, axilas y el rostro.

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La bromhidrosis es el olor corporal excesivo provocado por la descomposición de la secreción de las glándulas sudoríparas y de los residuos celulares. Es decir, las bacterias en la piel descomponen el sudor, creando olores desagradables.

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Llamamos “ciclo atópico” al círculo vicioso que se genera a partir de la disfunción de la barrera cutánea. Al producirse esta disfunción se genera sequedad, esto permite que irritantes ambientales o gérmenes sensibilicen al sistema de defensa de la piel, provocando inflamación.